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sábado, 30 de septiembre de 2017

La neuroeducación y sus aportes



La neuroeducación: ¿Qué es?, ¿para qué sirve?, y ¿cómo aplicarla en la escuela y en casa?

¿Qué es la neuroeducación, para qué sirve?  La neuroeducación o neurodidáctica es una nueva visión de la enseñanza que se basa en aportar estrategias y tecnologías educativas centradas en el funcionamiento del cerebro Esta nueva disciplina educativa fusiona los conocimientos sobre neurociencia, psicología y educación, con el objetivo de optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Aquí te explicamos todo sobre la neuroeducación: qué es y para qué sirve. También te damos algunos consejos para aplicar en el aula y en casa. La neuroeducación cambiará la forma en la que los niños estudian y aprenden ¡Aprovecha los descubrimientos sobre cómo el cerebro adquiere nuevos conocimientos para educar mejor! 


Factores que intervienen en la neuroeducación:

- La plasticidad cerebral y neurogénesis

Ha sido uno de los descubrimientos más relevantes en el campo de la neurociencia. El cerebro es “plástico”, es decir, tiene una gran capacidad de adaptación durante toda la vida. Además, es capaz de crear constantemente nuevas neuronas y conexiones entre ellas si se le provee de la estimulación adecuada. 

- Las neuronas espejo

Son un grupo de células cerebrales que se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando observamos a alguien realizarla. Y no solo ocurre con acciones, sino también con las expresiones emocionales. Por ello se cree que son la base de la empatía y de la adquisición del lenguaje. Los conocimientos sobre las neuronas espejo son muy importantes para la neuroeducación o neurodidácticas. 
 
- Emociones y aprendizaje
 
Interactúan con los procesos cognitivos, por ello una parte clave de la neuroeducación se refiere a manejar las emociones para que no solo no interfieran, sino que beneficien el proceso de aprendizaje. Se pretende enseñar a los niños a ser conscientes de sus sentimientos y tomar el control de estos y de su conducta. Es importante que aprendan a reconocer cuando están enfadados, tristes y poder manejar estas emociones. Además, un alto nivel de estrés dificulta el aprendizaje, por ello es importante crear un buen clima de aprendizaje, sin estrés, y enseñarles a manejar la ansiedad. 

- Dislexia y trastornos del aprendizaje

Los avances en trastornos del aprendizaje nos permiten, no solo a aportarles a estos niños un apoyo personalizado, sino a ofrecerles las mejores herramientas para que superen sus dificultades.

- Tanto la experiencia como la genética nos influyen

La genética va a sentar las bases de nuestras habilidades y capacidades, pero la experiencia va a actuar sobre ello. Los niños puede que tengan una serie de capacidades más o menos instauradas, que se les dé mejor una cosa que otra, pero esto es algo que siempre se puede entrenar y modificar.

Neuroeducación y neurodidáctica para educadores

El ámbito más directo para la aplicación de la neuroeducación o neurodidáctica es, por supuesto, la escuela. La escuela es el principal ambiente en el que los niños aprenden.
Los educadores deben comprender que a partir del conocimiento de cómo es el cerebro, cómo aprender, procesa, registra, almacena y recuerda la información, para así poder adaptar su estilo de enseñanza con el fin de optimizar el proceso de aprendizaje. También deben entender que la estructuración de la clase, sus actitudes, palabras y emociones influyen enormemente en el desarrollo del cerebro de sus alumnos y la manera en la que aprenden.
Sabemos que los conocimientos de neurociencia nos ayudan enormemente en el aula, pero ¿cómo aplicamos la neuroeducación o neurodidáctica al contexto educativo? Lo básico es que no se limiten a recibir pasivamente la información, sino que la manipulen, que participen activamente en su elaboración.

- Crear un clima emocional positivo en el aula

Es muy importante que los maestros y educadores fomenten un clima positivo en el aula, donde se muestren cercanos y empáticos con sus estudiantes. Es necesario que controlen su expresión emocional para que esta sea positiva, y así contagiar a sus estudiantes. Hay que evitar el estrés excesivo en el aula. Un pequeño nivel de estrés es necesario para mantener a los estudiantes motivados y activos. Sin embargo, altos niveles de estrés son perjudiciales para el rendimiento.

- Enseñar con diferentes estilos y desde diversas vías

Podemos potenciar el aprendizaje de cada alumno utilizando diferentes estilos de enseñanza, variando las actividades y los materiales. No todos os alumnos aprenden bien de la misma manera. Unos son más visuales, otros más corporales, etc. Utilizando imágenes, vídeos, actividades experienciales, interactivas, musicales… estamos utilizando la neuroeducación para estimular todos los sentidos.

- Potencia el aprendizaje emocional

La emoción está muy ligada a la memoria. Aprendemos mucho mejor cuando la información nos evoca emociones. Por ello, una buena estrategia de neuroeducación, es crear conexiones emocionales dentro del contexto del temario a enseñar. Estas conexiones se pueden realizar con actividades específicas que conecten emocionalmente a los alumnos con el contenido.

- Mantener un entorno físico óptimo

Los alumnos aprenden mejor en determinados ambientes físicos. Tenemos una gran capacidad visual, y somos mejores atendiendo estímulos novedosos que de otro tipo. Por ello, aportando a la estructura del aula una dinámica de cambio, va a ayudar a que los alumnos atiendan mejor.  El cambio, el orden y la belleza, integrándolo en cada unidad de aprendizaje va a beneficiar su aprendizaje. Una música tranquila de fondo también puede ayudar a los alumnos a concentrarse, a relajarse y a sentirse cómodos. Una iluminación lo más natural posible también contribuye a mantener un espacio óptimo de aprendizaje. La oscuridad en el aula y las luces fluorescentes que aportan una iluminación artificial no es lo más adecuado.

- Potencia el aprendizaje significativo

Una buena estrategia de neuroeducación en el aula es el uso de actividades en el mundo real, como investigar, diseñar experimentos, crear metáforas, analogías, examinar patrones de causa-efecto, analizar la perspectiva, realizar actividades artísticas que estimulen el pensamiento creativo.

- Da feedback

Dar retroalimentación, decir qué se ha hecho bien y qué se puede mejorar es básico para orientar el aprendizaje. No sólo vale con poner una nota numérica en los exámenes o remarcar los errores en rojo. Hay que señalar los errores de forma concreta, pero también señalar lo que se ha hecho bien. Así motivamos a los alumnos y damos pautas concretas para que mejore.

Neuroeducación y neurodidáctica para padres

Los padres son el otro pilar en la educación de los niños. Por tanto, el conocimiento del funcionamiento del cerebro les va a ayudar a conectar con los niños a nivel educativo y afectivo. Van a poder motivar a sus hijos a aprender, a desarrollar todo su potencial y a mantener una salud mental óptima.

- Potencia su aprendizaje cultivando su autoestima

Una autoestima sana es fundamental para un aprendizaje óptimo. Saber que son capaces, que son válidos les va a mantener motivados para aprender y esforzarse.

- No frenes su creatividad

No nos damos cuenta, pero sin querer a veces frenamos la creatividad de nuestros hijos. No le interrumpas cuando esté jugando solos o estén muy atentos y motivados en algo. Permite que juegue con otros niños, que hagan actividades al aire libre. Tampoco es adecuado vigilarles, ya que cuando se sienten observado desaparece el impulso creativo y se les coarta la libertad de experimentar.

- Ayúdale a aplicar los conocimientos a la realidad

Una buena estrategia de neuroeducación o neurodidáctica en casa, es que cuando ayudes a tu hijo con los deberes, ayúdale a ver cómo se puede aplicar eso que están aprendiendo a la vida real. Así, no solo podrán aprenderlo mejor, sino que descubrirán la utilidad de esos conocimientos.

- Asegúrate que descansa bien para aprender mejor

Aprender que un sueño de calidad es fundamental para un rendimiento y un aprendizaje óptimos. Durante el sueño descansamos y nos restauramos, pero también consolidamos todo lo aprendido. Así que, una buena estrategia de neuroeducación es asegurarte, no solo que duerme las horas adecuadas (un niño debería dormir entre 9 y 10 horas), sino también que su sueño es de calidad.

- Un cuerpo activo aprende mejor

Practicar actividad física es una buena estrategia de neuroeducación, ya que ayuda a aprender mejor, porque activa y oxigena el cerebro. Antes y después de aprender la lección deja a tu hijo que corra, salte o simplemente que pasee. Las actividades deportivas extraescolares pueden ser una buena opción y, además, les ayuda a socializar, divertirse, relajarse y a reducir el riesgo de obesidad infantil.

García A, (2017)